La Nunca nace como un proyecto que pretende trascender los límites de los libros y las librerías. Es una colección dedicada a la Literatura maldita y de Vanguardia cuyo germen está en el Decadentismo de finales del xix y el Surrealismo de principios y mediados del xx, pero apostando, en general, por autores contemporáneos. Es una colección primordialmente poética pero abierta a cualquier otra clase de géneros y que tiene la vocación de salir a la calle y realizar happenings, performances, exposiciones, ponencias, recitales, etc., trasladando los textos a locales públicos. En cada ejemplar va incluido un prólogo a la colección que explica el espíritu de la misma.
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Un poemario escrito desde los aledaños del lenguaje, desde ese lugar limítrofe en que las palabras coquetean con el más allá de sí mismas.
Con la antología personal La invención del olvido, Andrés Urdaneta comparte su trayectoria como poeta y nos permite disfrutar de la inusual riqueza de su voz lírica.
Los últimos días del espantapájaros, de Sergio Chesán, como mapa, es una paradoja que nos habla de nuestro falso (aunque funcional) nosotros
A caballo entre cáncer y regaliz de palo, en equilibro sobre surrealistas metáforas que dibujan ventanas en las paredes de nuestras cárceles y punzantes certezas que estigmatizan nuestra frente.
Un nuevo libro se ofrece para ser destruido. Se nos presenta como una ofrenda para ser devorado en el altar de la incertidumbre, y no nos pide nada.
Baile de pájaros caídos, como una lluvia de versos que, desprovistos de lenguaje, se visten de un último aliento para decir lo que no puede decirse más que con la poesía.
Una salida de emergencia que no da a ningún lugar. Un anuncio por palabras que promete la fama. El carterista que encontró su foto en la cartera que acababa de robar.
El hombre se exilia permanentemente del lugar en el que no ha estado nunca para tratar de alcanzar el lugar en el que jamás podrá estar.
Gerundio proclama la recuperación del significante como la fuente performativa del significado, nos invita a acudir a las preposiciones, los gerundios, la reiteración…
Es el maridaje ambivalente, paradójico e inquebrantable del silencio y la voz (la palabra) lo que el poeta concita en cada verso.
Nacho Goberna, alma y compositor de Agrimensor K (1982-1985) y de La Dama Se Esconde (1985-1993) ha dejado una huella imborrable en la música de culto de nuestro país.
Versos que invocan el silencio del lenguaje, que fracturan el escaparate de la realidad para concitar una nueva manera de relacionarlos con la vida y con nosotros mismos.